Y esperaba que fuera por siempre...

Echo de menos todo. Mi habitación con mis peluches, mis padres, mis amigos... Mi ciudad, mi vida.
Pero lo que más echo de menos es aquella relación que parecía indestructible entre nosotros, decían que éramos   uña y carne. Ahora, simplemente, somos dos cuerpos perdidos y separados a más de dos mil kilómetros.
Y no te puedes imaginar como añoro el poder sentir tus abrazos y tus caricias cuando estaba mal, cuando estaba triste, cuando, simplemente con una sonrisa me animabas, cuando me hacías reír y sonreír.
Ahora es cuando más te necesito, cuando me siento completamente vacía, perdida y sin saber que hacer, viviendo el presente encerrada en el pasado, viendo pasar el tiempo sin ningún sentido, simplemente pasando y recordando como vivía el pasado y sus momentos, como si fueran los últimos.
Y me siento la persona más egoísta del mundo escribiendo esto, cuando sé lo que estás pasando, que el que de verdad necesita ayuda eres tú... Y todo por mi culpa y sabiendo que todo lo he provocado yo, aún soy capaz de pedirte ayuda, porque me he acostumbrado tanto a ella, que siento dependencia, y sé que eso es malo, pero también inevitable, aunque, bueno, miento, la quiero, la necesito, pero por lo menos creo que aún conservo la suficiente decencia para no hacerlo, de no llamarte cuando necesito hablar contigo o por lo menos hacerlo lo mínimo posible que soy capaz de hacer y actuar, porque estoy constantemente sintiendo que me falta algo, constantemente sintiendo añoranza que intento aplacar recordando el pasado e intentando vivirlo en el momento, pero luego me doy cuenta de que tan solo son... Lo que son... Recuerdo. Momentos buenos y momentos malos, que por mucho que quiera o intente, jamás podré volverlos a vivir.


Al dormir, todas las noches, pienso en ti, me giro y veo el gorro que me regalaste, que en verdad, siempre te pertenecerá, que alberga de los mejores recuerdos que hemos vivido... Y puedo aún notar tu aroma en él, aún presente y luego, simplemente... Intento pensar que estás ahí, a mi lado... Y que me acompañarás siempre y no me dejarás sola...

No hay comentarios:

Publicar un comentario