Carta del día...

"Hola de nuevo...

En este momento te escribo por necesidad. una necesidad que me está ahogando a cada segundo y que agota mi existencia con el paso, no de los días, ni de las horas, ni minutos, si no de segundos, es esto que noto en el pecho que me presiona, que me quita el hambre, que me quita las ganas de hacer cualquier cosa, hasta de respirar, porque hasta cuando me hago el desayuno obtengo objetos que me recuerdan a ti, porque cada segundo me llenó de vida, y aún los recuerdo cuando me inunda la brisa, mismo aire que respiramos los dos, tan lejos como cerca estemos.
El día que empieza donde terminó, la colida del cigarro que jamás habrías imaginado verme fumar, el porro que me consume, el verde que trasforma mi aire en negro, aunque ya es mi color preferido en cualquier momento, que el blanco de mis ojos dejó la claridad de este color para pasar a preferir el fuego, el rojo de la combustión del alcohol con fuego que provoca un incendio que arrasa hectáreas.
Eh, a mi no se me olvidan las cosas, tengo bastante buena memoria aunque la gente no se lo crea o aunque parezca mentira, recuerdo tantísimas cosas que no comprendo como caben aún los nuevos recuerdos.
El aroma que quedan en las sábanas, el cola-cao en el ambiente, el frío...
Y otras muchas cosas que me gustaría decir, pero que sin embargo quedarán aquí y que si han de ser, serán y si no, mejor callar.
Sé que ha sido demasiado corta, pero no veía la necesidad de agobiar en palabras, con lo que así se quedará.

Atentamente, La chica de siempre"

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