Mucho, para nada.

Quieres a esa persona y siempre se lo has demostrado mil veces. Nunca eres capaz de enfadarte con ella, siempre intentas ayudarla, no la obligas a hacer cosas que no quiere hacer, la dejas en paz, con sus decisiones y sus cosas, aunque la intentes ayudar en todo lo posible, pero siempre quedándote al margen de lo que debe de hacer por ella misma.
Aquella persona que te ha fallado algunas veces, pero que nunca le has dado importancia simplemente por ser quien es y lo que es para ti, porque has compartido casi toda tu vida, tus experiencias, risas y llantos...
Que has sentido como te dejaba de lado por otra persona, y tu sin embargo has estado ahí aguantando... Que, de verdad, te sientas cercano a ella y que has hecho lo que has podido hasta el momento por esta, para que luego, sin embargo, jamás tengas un pequeño detalle por su parte o cualquier cosa que haga de agradecimiento por todo, cuando tú has estado agradeciéndole todo, expresando que de verdad la aprecias y la quieres, para que siempre, acabes sintiéndote sustituido por otra persona y quedes, por decirlo así, en la oscuridad como un completo imbécil.

No hay comentarios:

Publicar un comentario