Mi Noviembre... TÚ

Buah… Cómo comenzar. Ahora tan solo pienso en ti, en ti durante todo el día. Porque espero que sepas que eres la razón de mi sonrisa y de levantarme todas las mañanas intentando ser fuerte y haces que consiga afrontar todo lo que se me venga encima, porque haces que haga cosas que nadie, repito, nadie podría hacerme hacer nunca. Y es que da igual que el cielo se caiga a cachos, sé que tú siempre estarás conmigo y eso me hace sentir segura ante cualquier cosa que pueda hacerme tener miedo y sé que serías capaz de hacer cualquier cosa por mí, al igual que yo la haría por ti, que sé que eso tú también lo sabes.

Da igual en que estado me encuentre, o esté donde esté, que siempre estás conmigo para hacerme sentir bien y sacar una sonrisa de donde no la hay… Da igual si estamos enfadados, tristes o bien, siempre, siempre tienes tiempo para mí, dejas de hacer cosas importantes, te pierdes reuniones, te hago ser el chico romántico que jamás pensaste que podrías llegar a ser nunca y hasta coges un tren hacia Fuenlabrada para poder verme y estar conmigo aunque me vayas a ver cinco días después, o también me acoges en tu casa cuando me escapo… Y es que sé que sin ti mi vida no tendría sentido ni sería nada, porque… Tú me haces vivir, tú eres mi vida.
Y hoy hace un año, un año desde que me hiciste saber que de verdad tenía una persona que jamás me iba a abandonar y que me amaba de verdad y con sinceridad. Eres aquella persona que me hace sentir la mayor vergüenza del mundo o que hace de un beso un mundo o que simplemente con una mirada hace que sienta esa sensación de “mariposas en el estómago” como se suele llamar o que consiga que sea yo misma sin ninguna tapadera, con quien puedo ser completamente verdadera sabiendo que nada me reprocharás por ello ni te reirás de mí.

Porque lo que he vivido contigo… Nada lo puede superar, ni siquiera se puede comparar, porque aquel  22 de Octubre del año 2010, fue una noche inolvidable, con sus mordiscos, sus golpes sin intención y algunos que otros robos de tabla… Que luego pasó a un 25 de Octubre del 2010 en el que recibí tu primer mensaje en el móvil, en el que me admitiste que yo te gustaba y eso que tan solo me habías visto un solo día… Quien hubiera dicho que aquel simple día hubiera dado paso a sentimientos que ni siquiera sabíamos que existían, días de manchas de cola-cao en la ropa, primeras pellas impensables que fueron una completa locura de donde aún guardo aquel papel de alfajor que para cualquiera puede ser basura, pero  que para mí significa mucho más de lo que nadie jamás pueda imaginar, escapadas por las mañanas teniendo que madrugar, y luego por las tardes colándote en mi casa para poder pasar aunque fuera media hora junto a ti… Todos gracias a aquel día y al 12 de Noviembre del 2010 en la videoteca, un viernes a las nueve de la noche aproximadamente, que me besaste por primera vez, de una forma decente… Y ya sabes porque digo eso jajaja. Todo aquello que también dio lugar a aquella noche de invierno en la “Sala Jefe” de la Tabacalera, aquel día que demostró que siempre seré tuya, porque tú tienes en todos los sentidos, lo más importante para mí… Y podría hacerte una Biblia completamente, pero tan solo sería repetirte cosas que ya te he dicho durante este año pasado… Y después de estos cuatro meses separados… Quiero que sepas y que nunca dudes que… Tienes mi vida, lo tienes todo, y por eso, porque por muchos momentos de lágrimas que hayamos pasado… Jamás me podré quedar sin darnos por lo menos una última oportunidad, no me podré quedar con un “Y si…” Por eso tengo decidido que todo tiene una última oportunidad como mínimo y me arriesgaré para que la última salga bien, porque te amo, te amo más que nada en el mundo…

Pero como tú mismo dices, esto no es cosa de uno, si no de dos… Por eso mismo quiero decirte, hoy, 12 de Noviembre del 2011… ¿Quieres volver a ser mi Noviembre oficialmente?

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